Hace más de 5 décadas la familia Echazarreta acudió al llamado de ayudar a otros y la Fundación Echazarreta se hizo una realidad. Rafael Echazarreta no solo continuó con el trabajo de promoción, y ayuda al arte y la cultura del estado de Yucatán, sino que expandió las funciones y alcances de la fundación a nivel internacional y dio un paso adelante para buscar más soluciones filantrópicas en favor de los más vulnerables.